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El juego con material desestructurado: ¿Qué es? Recopilación de materiales

¿Alguna vez tu bebé ha querido experimentar con tuppers, cajas de cartón, utensilios de la cocina y, en general, objetos cotidianos?, ¡seguramente todos! Los infantes, la mayoría de las veces, no prestan atención a los típicos juguetes de bebés como sonajeros, gimnasios, móviles o peluches interactivos. Esto sucede, ya que este tipo de juguetes tienen unas limitaciones, unas reglas, un inicio y un fin, por ejemplo. Además, no permiten la experimentación, la manipulación y, en definitiva, el juego libre. En este artículo, el juego con material desestructurado, te explico qué es, los objetivos y qué puedes encontrar.

Qué es el juego con material desestructurado

Es un tipo de juego que se realiza a partir de material desestructurado, es decir, un material que no se categoriza como juguete y que tampoco tiene un fin o un objetivo claro respecto al juego. Son materiales que permiten la libre exploración, el juego libre y la actividad autónoma, ya que los infantes no necesitan un adulto que les guíe ni tampoco que les diga qué tienen que hacer o de qué forma.

Objetivos

Este tipo de juego tiene una relación muy estrecha con el movimiento libre, ya que los infantes actúan a partir de sus necesidades, sus intereses y sus motivaciones. Algunos de los objetivos del juego con material desestructurado son los siguientes:

  • Potenciar el juego libre: el juego con material desestructurado es un juego que no tiene normas, no tiene reglas y que permite el juego a través de la exploración, la creación libre y la imaginación sin límites.
  • Promover la autonomía: es un tipo de juego que no necesita la intervención de un adulto para que se lleve a cabo. Por ejemplo, un móvil de los que se cuelgan de la cuna, cuando la música se para es necesario que el adulto vaya a dar más cuerda para que siga girando y sonando. Con el juego a partir del material desestructurado esto no sucede, ya que como no tiene unas pautas establecidas el bebé puede jugar de forma autónoma.
  • Satisfacer las necesidades/intereses del infante: el material desestructurado permite que sea el infante el que decida qué le interesa, cómo quiere jugar y de qué forma.
  • Potenciar la experimentación creativa: un infante con material desestructurado a su alcance pocas veces se aburre, ya que este permite un sin fin de posibilidades de juego.
  • Ayudar a desarrollar la psicomotricidad fina y gruesa: permite que el infante se mueva por el espacio para descubrir y experimentar aquellos materiales que más le gusten, presentados en el suelo. Además, coger, meter, apilar, voltear o lanzar son acciones que favorecen la piscomotricidad fina de los dedos.
  • Incentivar la logico-matemática: sobre todo los infantes más mayores (1-3 años) aprovechan el juego con material desestructurado para realizar seriaciones, clasificaciones o ordenar según los parámetros que más le interesen: tamaño, color, temática, etc.
  • Excluir los roles de género: el material desestructurado excluye cualquier rol de género o sexismo, ya que se trata de un material neutro.
  • Permitir su uso durante toda la infancia: como es un tipo de material que tiene un sin fin de posibilidades, puede servir tanto para un bebé que empieza a moverse por el espacio como para un infante que empieza a realizar juego simbólico.

Cómo poner en práctica el juego con material desestructurado

El juego con material desestructurado no trata de que el bebé muestre interés hacia una propuesta o actividad cualquiera, si no que trata de dar respuesta a sus necesidades e intereses. Para poner un ejemplo, si el infante tiene necesidad de movimiento y curiosidad por meter y sacar objetos de un recipiente, la persona que va a presentar el material va a hacerlo de una forma que el bebé pueda satisfacer esa necesidad concreta.

Cuando se realizan propuestas que no están adaptadas a las necesidades o intereses del infante es cuando surge el desinterés, el aburrimiento y, en definitiva, puede que ese bebé no quiera estar en el suelo. Te dejo algunos consejos para el juego con material desestructurado:

  • Incluir objetos seguros: para que el juego libre se pueda dar correctamente y de forma segura, los materiales tienen que ser seguros para que el bebé pueda manipularlos, chuparlos, etc, sin peligro.
  • Dar tiempo: para el juego con material desestructurado debemos permitir que el infante tenga tiempo suficiente para poder intentar, crear, experimentar, moverse por el espacio, dudar, conseguir, etc. Si imponemos prisas puede que el bebé no haya satisfecho sus intereses o propósitos.
  • Evitar sobreestimular: si ofrecemos demasiados materiales y en gran cantidad puede que el bebé se agobie. Los colocaremos de una forma simple y siguiendo algún tipo de patrón como, por ejemplo, por tamaño, por colores o por temática.
  • Olvidar las expectativas: para este tipo de juego es interesante olvidar expectativas, ya que no se trata de que el infante cumpla nuestros propósitos/objetivos, sino los suyos.
  • Intervenir lo menos posible: evitaremos las intervenciones del estilo «esto no se hace así». Permitiremos que el infante pueda intentar, equivocarse y conseguir sus metas de forma autónoma.
  • Observar: gracias a la observación activa podremos determinar qué tipo de materiales interesan al bebé y, por el contrario, qué tipo de materiales no le ha gustado/interesado. Observar es crucial para poder adaptar las propuestas de juego.
  • Guardar el material al alcance del infante: es interesante que el material esté guardado y organizado de forma que el infante sepa dónde está y dónde puede encontrarlo. Colocarlo a su alcance beneficiará a su autonomía y al juego libre.

Lista de material desestructurado

El material desestructurado lo podemos encontrar en cualquier parte, ya que se trata de material que no es especifico para jugar. Lo podemos econtrar, por ejemplo, en la cocina (tuppers, utensilos de madera, coladores, botes, etc) o en la naturaleza (palos, piedras, hojas, frutos secos, trozos de madera, etc), entre otros.

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Soy Júlia Ortiz Palet, tengo 25 años y soy educadora infantil por vocación. Me considero una apasionada del mundo del 0-3. Actualmente, soy madre de día de profesión y madre de Guillem. Además, hace 8 años que imparto talleres de sensibilización musical infantil(3-6 años). Tengo 10 años de experiencia acompañando a bebés y a sus familias, con mi respectivo cambio, crecimiento y continua formación. Confío en el poder de cambiar la mirada respecto a la infancia, viéndola potencialmente activa en el mundo. Además, defiendo la crianza respetuosa con apego como forma de acompañar y el juego como una necesidad básica de la infancia. Estoy formada, con Romina de Teta-a-Porter en pedagogía Pikler, movimiento y juego libre. También en crianza respetuosa, educación viva y porteo ergonómico. Deseo que te guste lo que comparto en Bebés y Crianza. Mi correo de contacto es juliaortiz1996@gmail.com.

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