Desarrollo y crecimiento infantil,  INFANCIA

¿Por qué mi bebé llora por todo?

Los bebés lloran, hasta aquí lo sabemos todos, pero ¿por qué hay algunos bebés que lloran por todo? Para tratar el llanto del bebé debemos ver más allá y entenderlo como una necesidad. Pueden llorar por hambre, por higiene, por frío, aunque también por falta de afecto y apego. En este artículo de Bebés y Crianza, por qué mi bebe llora por todo, te doy una respuesta a las preguntas más frecuentes y una posible hipótesis de lo que puede estar pasando.

Mi bebe llora por los gases, ¿qué hago?

En este apartado, vamos a tratar de responder a la duda: «mi bebe llora por los gases, ¿qué hago?». Es muy común que en los primeros 2 o 3 meses del bebé aparezcan los gases o más conocidos como cólicos del lactante. Los cólicos pueden aparecer por algunas causas, entre las más frecuentes:

  • Un mal agarre del bebé en el pecho, el cual provoque la entrada de aire.
  • Una mala técnica dando el biberón, favoreciendo el paso del aire junto con la deglución de la leche.
  • Una intolerancia a la proteína de la leche: un cuadro de gases constantes pueden ser el resultado de una intolerancia a la proteína de la leche.

Remedios para los cólicos del lactante

  1. Solicitar ayuda con una asesora de lactancia: mediante la ayuda de una profesional de la lactancia se puede tratar de averiguar si los gases vienen producidos por un mal agarre o una mala posición del bebé. Es recomendable que el bebé mame con la boca bien abierta, la cabeza ligeramente para atrás, con los labios evertidos y con una gran parte de la areola dentro de su boca.
  2. Revisar la técnica dando el biberón: si el bebé toma biberón es importante que la tetina quede completamente llena mientras succiona. Por el contrario, si entra aire constantemente, el bebé junto con la leche tragara aire.
  3. Realizar masajes anti cólicos: los masajes anti cólicos ayudan a que los gases transiten por el intestino, favoreciendo su salida.
  4. Portear ergonómicamente: el porteo favorece el correcto tránsito intestinal de los gases y, gracias al apego, se reducen los llantos del bebé.
  5. Pasear: con el cochecito los bebés se suelen calmar y, aunque no disminuyen del todo los cólicos, pueden tranquilizarse.
  6. Acudir al pediatra: si los llantos son excesivos y no hay manera de reducir los gases, lo más recomendable es acudir al pediatra.

Mi bebe llora por las noches

El bebé transmite, mediante su llanto, una necesidad, ya sea fisiológica o emocional. Por las noches, la mayoría de los bebés no aceptan quedarse en su cuna tranquilos, ya que, simplemente, no quieren dormir solos.

Sobre todo con bebés pequeños, tendremos en cuenta que han pasado nueve meses en el vientre materno y que, cuando nacen, se encuentran en la etapa de la exterogestación. Esta etapa se denomina de esta forma, ya que los recién nacidos humanos, a diferencia de otros mamíferos, al nacer no son autónomos, dependen por completo de su familia. Esta etapa requiere de muchos brazos, mucho amor y, en general, mucho apego.

El descanso infantil genera mucha controversia y no hay una sola opinión al respecto, ya que depende del punto de vista de cada familia. En esta web, se atiende a la infancia desde la crianza respetuosa y te propongo algunas soluciones desde la comprensión y el apego:

  • Asegúrate de que tiene cubiertas las necesidades básicas: los bebés, en general, se despiertan y lloran bastantes veces por la noche, ya que tienen hambre. Aunque es duro, se trata, simplemente, de cubrir sus necesidades básicas.
  • Atiende a su llanto: el bebé, atendiendo a su llanto deja de llorar. Parece obvio, aunque el bebé llora para que sea atendido. Mediante la atención al llanto, el infante adquiere más confianza en sí mismo, ya que va interiorizar que cuando necesite expresar sus emociones, habrá alguien ahí para escucharle y comprenderle. El bebé no «se acostumbra a los brazos», ya que no se puede acostumbrar a una necesidad vital como es el apego, nace con ello de fábrica.
  • Realiza colecho seguro: el colecho es la práctica de dormir con el bebé, ya sea en la misma cama o en una cuna de colecho. En pocas palabras, el colecho facilita muchísimo las noches. Permite un mejor descanso para todos, favorece la lactancia materna y permite que los despertares sean más cortos, ya que no hace falta levantarse para atender al bebé.

Mi bebé de 15 días llora mucho

A los 15- 17 días de nacer, el bebé experimenta un brote de crecimiento y lo muestra de la siguiente manera:

  • Realiza muchísimas tomas.
  • Pide teta constantemente.
  • Las tomas no duran mucho.
  • Llora mucho y esta inquieto.

En bebés que toman lactancia materna, este brote ayuda a que la producción de leche aumente y pueda adecuarse a las demandas del bebé. Como el bebé cada vez crece más, necesita más leche de la que al momento produce el pecho. Por esta razón, se vuelven impacientes, ya no pueden esperar a que el pecho fabrique más leche.

Una madre que no conozca esta crisis puede pensar que el bebé se queda con hambre, aunque no es el caso. Sale suficiente leche, aunque no todo lo rápido que ellos esperan. Si el bebé aumenta de peso y realiza deposiciones es que se trata de la crisis de los 15-17 días.

Mi bebé de 6 semanas llora mucho

Si tu bebé tiene entre 6 y 8 semanas y está inquieto, tira del pezón, se pone tenso y llora, seguramente, se encuentra en otra de las crisis o brotes de crecimiento.

Esta crisis sucede, ya que la composición de la leche materna cambia y el sabor se modifica ligeramente, se vuelve más salada. Puede que eso al bebé no le guste.

Puede parecer preocupante, aunque no se debe hacer nada al respecto, ya que se trata de algo normal y pasajero ¡Ánimo!

Mi bebé de 3 meses llora mucho

¿Y ahora, qué pasa? A los 3 meses, los bebés descubren que hay mundo más allá de la teta y más allá de los brazos de la familia, en definitiva, no se lo quieren perder. La posición óptima con la que mamaban puede empezar a desaparecer, ya que parece que hacen malabares mientras maman. Además de mamar de forma extraña, lo hacen de una forma muy efectiva y rápida, son todos unos expertos.

El pecho ha aprendido a fabricar solo la leche que el bebé va a necesitar, es decir, empieza la producción mientras el bebé realiza el reflejo de eyección. Es posible que notes los pechos blandos, aunque no será un sinónimo de una baja producción de leche. Esta es otra de las razones por las que el bebé está inquieto, ya que tiene que esperar antes de que el pecho produzca la toma.

Si no se conoce esta crisis, es fácil pensar que el bebé ya no recibe la leche que necesita y suplementar con leche artificial. Conociéndola, ya sabemos que su cerebro está en constante desarrollo y que todo su mundo ¡ya no es solo la teta!

Mi bebe de 6 meses llora por todo

A los 6 meses, sobre todo en bebés de lactancia materna, hay una crisis llamada «la crisis de los 6 meses«. Esta crisis aparece, ya que es el momento en el que se inicia la alimentación complementaria y causa que muchas familias se pregunten » mi bebé llora por todo».

¿Qué sucede? A veces, se cae en el error de sustituir las tomas de pecho o biberón por la alimentación complementaria y, por la noche, el bebé quiere recuperar todo lo que no ha podido mamar/tomar durante el día. Por esta razón, puede llorar mucho por la noche y estar súper demandante.

Otra de las razones por las que un bebé llore por todo es por la salida de los dientes. A los 6 meses, aproximadamente, empiezan a salir los primeros dientes y es una de las principales causas de irritabilidad.

Mi bebé de 8 meses llora por todo

A los 8 meses, vuelve a haber una crisis. Y ahora, ¿qué sucede? Entre los 8 y los 9 meses, los bebés sufren una «mamitis aguda» y se vuelven muy demandantes. Esta etapa se denomina angustia por separación, ya que comienzan a ser conscientes de que hay más mundo cuando ellos se duermen por la noche, de que mamá y bebé ya no son uno y que sus padres se pueden ir y dejarlo, por ejemplo, con los abuelos. Como conclusión, temen por que mamá o la familia desaparezcan. Te propongo:

  • Verbalizar a dónde vamos: aunque creamos que los bebés no nos entienden, son súper conscientes de todo lo que sucede. Explicarle, por ejemplo, «me voy un momento y te quedas con el abuelo, ahora vuelvo» puede ayudar al niño a saber que vas a volver.
  • No desaparecer de golpe: este es uno de los mayores errores que cometen muchas familias, sobre todo, en la escuela infantil. La familia cree que si el niño no se da cuenta de que se han ido no va a sufrir, aunque es totalmente al revés. Los bebés sienten que si desaparecemos de golpe no vamos a volver nunca más ¡imaginate qué angustia! Si, como he comentado anteriormente, verbalizamos y nos despedimos, el bebé entenderá que vamos a volver dentro de poco.
  • Ofrecer muchos brazos y pecho (si hay): casi todos los problemas se pueden solucionar con muchos brazos y mimos, ¿hay algo mejor?

Mi bebe de 1 año llora por todo

Los bebés de 1 año, normalmente, empiezan a andar, comienzan a tener mucha curiosidad por explorar su entorno y a querer tener cierta autonomía. A partir de aquí pueden surgir rabietas y enfados por no poder hacer todo lo que ellos quieren, te propongo:

Adecuar el espacio y los materiales

Si el problema es que no puede tener suficiente autonomía, se aburre o constantemente tenemos que estar con el «no» en la boca, adecuar i preparar el espacio para la actividad autónoma en casa será imprescindible. Te pongo un par de ejemplos:

  1. Adecuar sus juguetes: si el bebé abre las puertas de la cocina y saca las fiambreras y los botes, una opción es permitirlo o dejarlos a su alcance para que pueda jugar a meter, sacar, apilar, voltear, etc. Muchas veces, el material desestructurado es el que ofrece más posibilidades para que el bebé pueda jugar. Observar y adaptarse a sus necesidades de juego es esencial, ya que el juego lo es todo para ellos.
  2. Adecuar espacios: si el bebé quiere pintar y coge cualquier rotulador para pintar en cualquier lugar, podemos crear un rincón colocando un mural de papel blanco en la pared.

Mi bebé de 2 años llora por todo

A los 2 años, es muy común que aparezca una etapa denominada «la aDOSlescencia». Es una etapa muy similar a la adolescencia y muchas veces comporta peleas, rabietas y enfados. También es conocida como la etapa del «no» y del «yo».

¿Por qué mi bebé de 2 años llora por todo? El infante ha visto que hay un mundo más allá de los brazos de su familia y que puede hacer y deshacer de forma autónoma. Te propongo algunas ideas para sobrellevar esta etapa:

  1. Tener mucha paciencia: aunque es complicado, debemos tener muchísima paciencia, comprender, escuchar y razonar las cuestiones. Eso sí, razonar hasta un punto lógico. Los límites tienen que ser como forma de cuidado.
  2. Establecer unos límites como forma de cuidado: en la etapa de los 2 años es cuando más énfasis se debe poner al tema de los límites. Es una etapa que están constantemente desafiando y queriendo hacer lo que ellos quieren, sin capacidad de negociación. Aunque debemos ser comprensivos y razonar, ya que es una época complicada para ellos, los límites tienen que ser claros. No se pega, no se corre hacia la carretera y no se meten los dedos en un enchufe, estos tres ejemplos son aspectos que no se pueden negociar, sin más. Debemos encontrar el equilibrio entre permisividad, comprensión y autoridad.
  3. Relajarse y acordar: igual que es recomendable que hayan límites como forma de cuidado, sobretodo de seguridad, también hay otros momentos en los que podemos ser flexibles y evitar una posible rabieta. Por ejemplo: si el infante quiere jugar 5 minutos más, en vez de empezar a gritar y, posiblemente, ocasionar una rabieta, simplemente podemos acordar que en 5 minutos vamos a ir a cenar. Si pasados estos 5 minutos aún no quiere cenar, es el momento de explicarle «cariño, hemos acordado que solo jugaríamos 5 minutos más y que después iríamos a cenar». En este punto ya no hay negociación.
  4. Permitir cierta autonomía: como he explicado en el apartado anterior, adecuar el espacio para la actividad autónoma es un buen remedio para evitar peleas y rabietas. A los 2 años, normalmente, quieren participar haciendo la cena, poniéndose piezas de ropa, lavándose las manos, etc. Si adecuamos los espacios y las situaciones, no hace falta todas, será más fácil que el niño pueda intervenir y hacerle partícipe de las actividades cotidianas.

Álvarez, Á. (2018). ¿Por qué lloran?. Infancia: educar de 0 a 6 años, (68), 36-41. PDF

Soy Júlia Ortiz Palet, tengo 25 años y soy educadora infantil por vocación. Me considero una apasionada del mundo del 0-3. Actualmente, soy madre de día de profesión y madre de Guillem. Además, hace 8 años que imparto talleres de sensibilización musical infantil(3-6 años). Tengo 10 años de experiencia acompañando a bebés y a sus familias, con mi respectivo cambio, crecimiento y continua formación. Confío en el poder de cambiar la mirada respecto a la infancia, viéndola potencialmente activa en el mundo. Además, defiendo la crianza respetuosa con apego como forma de acompañar y el juego como una necesidad básica de la infancia. Estoy formada, con Romina de Teta-a-Porter en pedagogía Pikler, movimiento y juego libre. También en crianza respetuosa, educación viva y porteo ergonómico. Deseo que te guste lo que comparto en Bebés y Crianza. Mi correo de contacto es juliaortiz1996@gmail.com.

7 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies