¡Hola de nuevo! Hoy vengo a hablaros de un tema que es bastante denso y que hay multitud de opiniones al respecto: la autonomía de los bebés, niños y niñas. Es muy común que se caiga en el error de hacerlo todo por ellos y ellas, para ir más rápido, por ejemplo, cuando podrían hacerlo por ellos mismos. Como siempre os digo, los artículos que escribo tienen una visión desde la crianza respetuosa y la pedagogía Pikler. A continuación, te explico algunos tips que me han servido para fomentar la autonomía de niños, niñas y bebés.
Índice
¿Por qué razón fomentar la autonomía?
Aunque es una pregunta bastante clara de responder, creo que es interesante darle un repaso a la pregunta de por qué es recomendable fomentar la autonomía de los niños.
Hacerlo, tiene muchos beneficios y muchas ventajas a la hora de acompañar a la infancia.
Beneficios de fomentar la autonomía en los niños, niñas y bebés
- Sentimiento de capacidad: los bebés, niños y niñas, al darles autonomía y al conseguir objetivos sin ayuda se sienten capaces y satisfechos de sus capacidades y posibilidades.
- Alta autoestima: además, tienen una mayor seguridad de sí mismo/as, ya que se les deja tomar decisiones en su vida. Se les incluye como un ser más.
- Criterio propio: si son niños y niñas que han podido elegir, en un futuro no serán personas influenciables, ya que tendrán un criterio propio. No necesitarán a nadie que les marque el buen o mal camino ni que decida por ellos/as.
- Posibilidad de ensayo – error: los niños y niñas con posibilidad de autonomía también van a tener poder equivocarse, probar y acertar. En la vida es importante saber equivocarse, saber gestionar emociones como la frustración, las dudas o la ira.
- Mayor facilidad para tomar decisiones: como van a ser personas que han podido escoger entre varias opciones, se han equivocado y han acertado, van a saber tomar decisiones, ya que habrán vivido estas situaciones de desconcierto.
- Sentimiento de responsabilidad: si les hacemos dueños de sus propias vidas, sus vivencias y sus decisiones van a tener un gran sentimiento de responsabilidad.
- Aprendizaje del funcionamiento de la vida: sé que suena como a frase conspiratoria pero creo que fomentando la autonomía de los niños y niñas van observando cómo funciona la vida: que hay que esforzarse, que no todo es de color de rosa, que hay que tomar decisiones y que puede que no nos gusten, cómo manejamos las emociones… Si lo hacemos todo por ellos y ellas les estamos manteniendo en una burbuja. El problema llega cuando salen de golpe de esa burbuja y se encuentran con la realidad.
¿Cómo fomento la autonomía en un bebé de 10 meses?
En este apartado, voy a hablar de cómo fomento la autonomía con G, el bebé que acompaño, ya que es el rango de edad en el que estoy especializada y en el que creo que aún falta un avance respecto a la autonomía que les damos a los bebés.

Los desplazamientos por casa
Cuando hablamos de un bebé que ya es experto en gatear, o al menos que lo haga sin estímulo previo, estamos muy acostumbrados a seguir cogiendo el bebé en brazos para llevarlo por casa, por ejemplo.
Con el bebé que acompaño, hasta hace un mes y medio, yo también lo llevaba en brazos por la casa, ya que no se podía desplazar. Ahora, con casi 11 meses ya no hace falta. Te cuento algunos cambios que he puesto en práctica:
- Desplazamientos para ir a desayunar a la cocina: normalmente, después de cambiar el pañal y de asearle vamos a desayunar. Obviamente, bajar las escaleras aún no puede y lo cojo en brazos. Al llegar a la puerta del comedor lo dejo en el suelo, le digo «¿tienes hambre?, ¿vamos a preparar el desayuno?» y empiezo la preparación, etc. Él, viene hasta la cocina gateando y hasta que no le pongo el plato en la mesa está en el suelo. Mientras, suele estar cogido en mis piernas o va cogiéndose por los cajones y se pone de pie.
- Desplazamientos para ir a jugar: una vez ya hemos desayunado y hecho la primera siesta, nos pasamos 2 horas haciendo propuestas de juego o en la piscina. Para ir al piso de arriba, desde hace una semana, le dejo que suba él solo los escalones gateando. Me coloco detrás y se siente súper capaz y motivado de poder hacer este desplazamiento solo. Si salimos a la piscina también va él solo hacia fuera y cuando terminamos entra solo hacia la habitación. Intento no decirle «muy bien» sino, «lo has hecho tu solo», «mira qué has conseguido» para que no realice las acciones para obtener un premio verbal.
El ámbito de la higiene
En el ámbito de la higiene también hago pequeños gestos para que se sienta autónomo y pueda participar en las distintas rutinas que llevamos a cabo:
- Baño o aseo. Por la mañana, siempre lavamos la zona del pañal (y casi que todo el cuerpo) con agua y jabón y mientras esperamos que el agua se caliente él está en el suelo, se pone de pie agarrado y mira cómo sale el agua. Si le apetece, toca el chorro y también observa los jabones que vamos a utilizar. En ningún momento le tengo en brazos o inmóvil para que «no toque nada». Le voy explicando qué vamos a hacer.
- Cambio de pañales. A lo largo del día, realizamos un par o tres de cambios de pañal e intento explicarle todo lo que voy realizando: «te quito el pañal sucio», «te paso la toallita», «te pongo el pañal limpio». Así sabe todo lo que se hace con su cuerpo. Además, siempre coge los diferentes objetos de aseo que utilizamos sin problema y los explora. Cuando ya he envuelto el pañal sucio, nos ponemos cerca de la papelera de pañales y él lo tira dentro.
- Vestirse y desvestirse. Obviamente aún no se puede vestir ni desvestir solo, aunque algo que sí que veo es que cuando le pones la camiseta por la cabeza intenta sacar los brazos por los agujeros sin necesidad de que tú le metas el brazo dentro. Entonces, antes de hacerlo yo, me espero a que él intente hacerlo ( y si no puede pues se lo hago). Con los pantalones aún tengo que tumbarle para ponérselos.

El ámbito de desarrollo y juego
Este punto creo que es el que más conocéis, ya que vais viendo cómo hago las propuestas y cómo organizo el espacio de juego para G.
Para fomentar su autonomía, primero de todo deciros que, desde el nacimiento, no se le ha forzado ningún movimiento ni posición. A partir del movimiento libre, él ha ido adquiriendo nuevas posturas y nuevos movimientos hasta día de hoy: ponerse de pie con ayuda de muebles bajos y de vez en cuando soltarse.
Pueden parecer dos aspectos contrarios pero el hecho de NO ESTIMULAR favorece a la autonomía del bebé, ya que:
- No se le coloca en posiciones que no puede adoptar por él/ella mismo/a.
- No se le deja en una posición de la que no puede salir de forma autónoma.
- No se fuerzan procesos que aún no tocan por desarrollo .
- No nos creemos en el derecho de adelantar descubrimientos que puede hacer por sí mismo/a.
- Se cree en su capacidad para desarrollarse si necesidad de enseñar nada ni estimular previamente.
Relacionado con el espacio de juego, creo que algunas de las premisas para que se favorezca la autonomía del bebé son las siguientes:
- Materiales al alcance del bebé. Todos los materiales con los que juegue normalmente es aconsejable que estén a su alcance. Sea cual sea su edad, 6 meses o 2 años. Sí que hay objetos, por ejemplo, que solo se los ofrecemos en propuestas puntuales: cucharitas translúcidas, palos de madera largos, rollos de papel de WC, etc.
- Materiales que estén adecuados a sus intereses y necesidades. Para que pueda sentirse autónomo, es interesante que responda a esas necesidades e intereses que tiene respecto al juego. En el enlace que te he dejado te explico cuales pueden ser esos intereses.
- Materiales abiertos o desestructurados. Si queremos fomentar la autonomía, los materiales abiertos o desestructurados son ideales, ya que no necesitan instrucciones.
- Juego libre y tiempo suficiente. Además de ofrecer materiales abiertos, el juego libre favorece que el bebé/niño/a realice el tipo de juego que él o ella necesite. Es interesante no enseñarle qué puede hacer con los materiales, sino que solo le realizaremos la propuesta (aquí te dejo algunas ideas).
- Espacio amplio y despejado. Es recomendable que el espacio no esté repleto de trastos, sino velar porque esté despejado y transitable.

Favorecer la autonomía de niños de 3 a 6 años
Este apartado no voy a tratarlo tan densamente sino solo dar cuatro pinceladas. Como ya sabréis, realizo un taller de sensibilización musical con niños y niñas de 3 a 6 años, algo que me sirve para coger experiencia en este rango de edad.
Al inicio del taller, era yo la que cogía las cosas de cada niño/a, les abría la merienda, cuando ya estaban les recogía las cosas y las colgaba en los colgadores del aula de música ¡¡¡Cometía un gran error!!! Ahora, 3 años después, para fomentar la autonomía de los niños y niñas que vienen a mi taller pongo en práctica algunas acciones:
- Recogida de mochilas y abrigos: cuando les voy a recoger en el aula, cada uno se encarga de coger su mochila, tupper y su abrigo de la percha o caja. De buenas a primeras no soy yo la que lo coge por ellos.
- Merienda: para merendar también es cada uno el que se sienta donde quiere merendar y son ellos los que sacan el tupper de sus mochilas, y cuando es la hora de irnos lo recogen.
- Colgadores y zapatos: cuando nos desplazamos del aula de merendar al aula de música también son ellos los que cuelgan sus cosas en los colgadores y se quitan los zapatos.

Obviamente si alguien me pide ayuda o llevan muchas cosas, que a veces pesan, le ayudo sin ningún tipo de problema. Lo que no quiero fomentar es que no tengan ese hábito de hacerse cargo de sus cosas. Tampoco penséis que es algo que dicte yo o que les obligue. Simplemente, les digo: «Júlia (YO) lleva sus cosas, Abril las suyas y tú las tuyas». Lo entienden perfectamente.
Cuando terminamos el taller y vienen las familias a recogerles, puedes observar quién no fomenta la autonomía, ya que de entrada son ellos los que les ponen los zapatos, les cogen la mochila y abrigo. No digo que esté mal hecho, sino que ese niño o niña luego cuando me ve quiere darme las sus cosas a mi porque «es que no puedo». (Si que puede pero se le ha acostumbrado a eso)
También he visto que es mucho más frecuente esa actitud de «pobrecita no puede» hacia las niñas. A los niños se les suele decir: «venga que eres un niño mayor y fuerte y tú puedes con tus cosas». En este artículo, tratamos distinto a los niños y las niñas», te hablo de este tema.
Espero que te haya gustado este artículo y que te sirva para fomentar la autonomía de tu bebé/niño/a. Un abrazo.